Ya dije en otras ocasiones que amo las historias que cuenta o contó el autor californiano John Steinbeck. Leí Tortilla flat por primera vez cuando tenía quizás 16 años y ahora me puse a releer. Lo leí en inglés, una edición muy linda, viejita, el libro tiene 50 años.
Tortilla flat es una historia de amistad, habla de lo ligero que es la vida cuando uno tiene con quien compartirla.
Tortilla flat es el nombre del pueblito en una colina en la costa cerca de Monterrey dónde todo la acción gira alrededor de las aventuras cotidianas de Danny, un chico muy querido en el pueblo y los amigos que viven con él.
Ellos hacen de todo para conseguir una jarra de vino para compartir con los amigos, y así van dispuestos a buscar fortunas enterradas en el bosque de pinos o robarle a los comercios para poder regalarle algo a una chica o a un vecino en nececidad. El resto del tiempo lo pasan sentados en la galería de su casa calentándose los pies desnudos al sol, espantando las moscas y filosofeando profundamente sobre los chismes del pueblo.
Ellos hacen de todo para conseguir una jarra de vino para compartir con los amigos, y así van dispuestos a buscar fortunas enterradas en el bosque de pinos o robarle a los comercios para poder regalarle algo a una chica o a un vecino en nececidad. El resto del tiempo lo pasan sentados en la galería de su casa calentándose los pies desnudos al sol, espantando las moscas y filosofeando profundamente sobre los chismes del pueblo.
Me reía tanto con este libro! Si hubiese nacido en este pueblo, viviría con ellos sin duda!
ai amigo, a´onde vas? El idioma me gustó, es inglés medio viejo, a veces con faltas y palabras en espaniol entremedio, bien como hablan los paisanos de California.
Tiene capitulos cortos que están buenos para leer cada día uno o dos. Y tiene un final que no puede ser de otra manera.
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